El espaol, que se aprovech del juego psicolgico entre el lder y el aspirante, remont tras la Joux Plane y se lanz valiente a por un triunfo histrico que, adems, le coloca tercero del Tour.
Ah, entre los dioses, un granadino de gesto imperturbable, un chico de 22 aos que lleva en la mente la sabidura y en las piernas el ardor y la ambicin. Silencioso, templado y al fin heroico y hasta sonriente camino de Morzine, Carlos Rodrguez escribiendo el primer captulo de su propia historia, un triunfo y un asalto al podio del Tour, colndose nada menos que entre la insoportable y maravillosa igualdad de Vingegaard y Pogacar. [Narracin y clasificaciones]
En las Puertas del Sol la victoria de todas las promesas, la que el ciclismo espaol llevaba esperando aos, el Mesas de Almucar, que se llev las manos al casco amarillo, que fue capaz de sorprender a esos que nadie puede siquiera toser con un movimiento tctico de maestro, “mentalidad de ingeniero” como cuentan de l, con un podero fsico de fondista, confirmando todas las sospechas: ah hay un campen.
Cuando Vingegaard y Pogacar jugaban su particular juego de pker, cuando se medan y se desafiaban para araarse esos segundos que decidirn otro Tour inolvidable, acudi desde atrs un espaol enjuto y con una valenta maravillosa. Haba resistido al inmenso Joux Plane Carlitos, ya Jai Hindley penando por detrs (se haba visto el australiano implicado en la enorme cada del comienzo), que enlaz en el comienzo de la bajada y que, en el repecho de Ranfolly arranc para no mirar atrs nunca ms. Posedo, descendi dejndose el alma, casi 10 kilmetros de puro frenes, y ni el ansia de Pogacar pudo con l. En el primer da de Alpes tena Rodrguez su bautismo, puro oportunismo, pura fortaleza. En el triunfo de etapa (el tercero nacional en este Tour de la reconquista tras los de Ion Izagirre y Pello Bilbao) y en las bonificaciones adems haba premio gordo: ya est en el podio por un segundo de distancia con Hindley. Y con la sensacin de que ser difcil moverle ya de ah.
Un segundo para Vingegaard
Todo lo anterior haba resultado un maravilloso e inexplicable duelo al sol camino de Morzine, el ensimo episodio para el recuerdo entre Vingegaard y Pogacar, Pogacar y Vingegaard, que conviven en la angustia de los segundos que les separan, en sus ataques y contraataques, en sus juegos psicolgicos para deleite del ciclismo mundial. Todo para un segundo, el que esta vez consigui el lder tras resistir el ataque del esloveno y sorprenderle en la cima, donde haba bonificacin. Ahora son 10 en la general, lo nunca visto.
En una etapa que amaneci con una montonera impresionante -hasta 20 corredores cados y tres abandonos por las consecuencias (Pedrero, Chaves y Meintjes)- y con media hora de parn neutralizado para curar a los numerosos heridos, fue el Jumbo Visma el que asumi sin dudas la responsabilidad. Iba a resultar un extrao juego de estrategias. Agresivos, no dejaron que se formara la fuga –Mikel Landa y Ciccone lo intentaron con insistencia- y seleccionaron todo hasta el extremo, cada uno de sus gregarios dando el mximo. Incluso con episodios tan extremos como el protagonizado por Van Aert, que una vez eliminado remont para dar otro arren violento.
Fue SeppKuss el que finalmente hizo la seleccin definitiva en la Joux Plane -ah ya no estaba Tom Pidcok, descolgado en el Col de Ramaz, dejando claro quien ser hasta Pars el lder del Ineos-, el ltimo de los cinco puertos, pero a falta de 4,6 kilmetros para la cima el movimiento clave lo hizo UAE con Yates. Ya no resisti Rodrguez, que sin embargo supo no explotar, medir sus lmites, porque en su contragolpe estaba la gloria.
No iba a tardar Pogacar en lanzarse a fondo, por cuarta vez consecutiva soltando con uno de sus ataques brutales a Vingegaard, que apret los dientes a cuatro-cinco segundos, que atrap a su rival despus, a 1.500 metros del final del puerto. Se pararon, se miraron como si estuvieran en un veldromo, trileros en los cielos de los Alpes, tan parejos que es una bendicin.
Ah, tambin la polmica, con una moto que fren otro ataque de Tadej, finalmente sorprendido en el sprint de la Joux Plane. En meta, aunque no atrap a Rodrguez, lim algo su desventaja con la bonificacin por ser segundo. Un da ms, un da menos, el esloveno persigue ese amarillo que tanto se le resiste.
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