Si ha habido una posición estable en el Manchester United en los últimos 20 años esa ha sido la de portero. Primero fue el neerlandés Edwin Van der Sar, que durante seis temporadas (2005-2011) defendió la meta de Old Trafford. Seis años gloriosos en los que el club inglés ganó cuatro ligas, una Champions y otros títulos nacionales. Ante la retirada de Van der Sar, Ferguson buscó con ahínco un sustituto de garantías, un jugador que fuera capaz de asumir una responsabilidad de ese calado. El elegido fue un joven David de Gea, que estaba brillando en el Atlético de Madrid. Los inicios del español en Inglaterra no fueron fáciles. Sus actuaciones fueron muy criticadas en sus primeros años pero Ferguson nunca dejó de confiar en él, y el tiempo dio la razón al escocés. En estos años convulsos de la era post-Ferguson, De Gea ha sido uno de los pocos jugadores mancunianos cuyo rendimiento ha sido intachable.
La llegada de Erik Ten-Hag el verano pasado abrió una brecha entre De Gea y el club. Aunque rindió a buen nivel, parecía evidente que el pobre juego de pies del español no era del gusto de su técnico. El toledano terminaba contrato este verano y aunque en un primer momento su renovación parecía segura, no terminó llegando a un acuerdo con el club, y quedó libre. El United se puso entonces manos a la obra para encontrar un sustituto, un portero al que no le pesara la responsabilidad de sustituir a una leyenda como De Gea y que mejorase las prestaciones del español en la salida del balón. El elegido fue André Onana, guardameta camerunés del Inter, que brilló con luz propia en la última Champions.
Formado en la Fundación Eto’o Academy en Camerún, Onana se trasladó a España en el año 2010 para entrar en la cantera del Barcelona. En 2015 fue traspasado al Ajax, donde fue parte fundamental de aquel equipo que alcanzó la final de la Europa League, en la que cayeron, precisamente, ante el United de José Mourinho. Posteriormente coincidió con Erik Ten-Hag, en ese otro Ajax mágico que estuvo a un paso de jugar la final de la Champions. En 2021 su carrera se vio salpicada por un escándalo de dopaje. La UEFA sancionó a Onana con nueve meses sin jugar a pesar de que el camerunés siempre defendió su inocencia, alegando que había consumido por error un medicamento recetado a su mujer, al confundirlo con una aspirina. Cumplió su sanción en su última temporada en Amsterdam, y el verano pasado, ya rehabilitado, aterrizó en el Inter de Milán.
Una sola temporada en el cuadro neroazzurro ha servido a Onana para recuperar el prestigio perdido. A pesar de que al comienzo de la campaña alternó su puesto con el veterano Handanović, el camerunés terminó haciéndose con la titularidad. El rendimiento del Inter en liga fue irregular, pero su trayectoria en las competiciones de eliminatorias fue intachable. Ganó la Coppa ante la Florentina y alcanzó la final de la Champions. En ambos torneos, así como en la Supercopa que ganaron ante el Milán, Onana fue clave. Especialmente destacada fue su actuación en la final de la Liga de Campeones ante el City. En Estambul, Onana dio una auténtica lección de juego de pies; el gran partido de los neroazzurros, a pesar de la derrota, solo se explica a partir de la actuación de su portero, que logró superar la presión inicial del equipo de Guardiola con pases que firmaría cualquier medio centro de élite.
A pesar de los esfuerzos del Inter por retenerle, el deseo del jugador ha terminado imponiéndose, y Onana será ‘red devil’ los próximos cinco años. 52 millones abonará el club inglés, una cantidad irrechazable para los lombardos, necesitados de dinero para acometer el fichaje de Lukaku. Por parte del United, se trata de la segunda incorporación del verano tras la llegada de Mason Mount. Ya son 120 millones los que ha invertido el equipo de Manchester para reforzarse en el año de su regreso a la Champions. Tras una primera temporada llena de brotes verdes, las expectativas son muy altas en esta segunda campaña de la era Ten-Hag. Partidos como la vuelta ante el Sevilla mostraron las dificultades de los diablos rojos a la hora de sacar el balón jugado cuando el rival presiona alto; en ese sentido Onana debe suponer un salto de calidad notable. Old Trafford tiene nuevo guardián, por edad y condiciones debería ser capaz de marcar una época en la parte roja de Manchester, tal y como hicieron De Gea y Van der Sar antes que él.