La grave y aparatosa cogida de Daniel Luque ha venido a engrosar el largo parte de bajas que está sacudiendo a la primera fila del toreo en la temporada 2023 y aún mantiene en el dique seco a Roca Rey. Luque, que había hecho el paseíllo en el Puerto de Santa María junto a Urdiales –que debutaba en la Plaza Real en sustitución de Cayetano- y Sebastián Castella, resultó cogido por el sexto de la tarde cuando trataba de pasarlo al natural.
El toro, marcado con el hierro de Montalvo, no obedeció al toque de la muleta y se le vino como un obús levantándole con enorme violencia por el bajo vientre antes de pasárselo de pitón a pitón. Aún le propinó una fortísima paliza cuando cayó al suelo, siendo llevado por las asistencias hasta la enfermería del coso portuense donde fue operado por el doctor Carabot que, tras una intervención quirúrgica que duró cerca de dos horas, explicó que el torero de Gerena había llegado a la mesa de operaciones “con los intestinos fuera de la piel”.
Carabot tranquilizó a los allegados y miembros del equipo del torero, que aguardaban en la puerta de la enfermería, asegurando que el torero se encontraba “estable”. El cirujano explicó a EFE que Luque había entrado en la enfermería “consciente” y con “fuertes dolores” en la zona. “Hemos limpiado la zona de manera exhaustiva bajo anestesia general y volvemos a introducir las asas del intestino delgado dentro de la barriga, una vez que no hemos detectado ninguna lesión importante en las asas ni en ningún órgano, y que tampoco había una hemorragia activa” explicó el doctor.
“Posteriormente se ha procedido a cerrar la pared abdominal dejando un drenaje dentro como testigo de evolución de los próximos días, de que no aparezca ninguna complicación que quede oculta, y otro más en la zona de la pared muscular, que es la que hemos cerrado, por si hubiera algún sangrado que se evacue el hematoma”, apostilló el cirujano que también apreció una lesión en el tobillo derecho, que en la primera evaluación fue diagnosticado como un esguince pendiente de un estudio radiológico que determine si hay algún tipo de fractura. Carabot habló del “buen estado en general” del matador antes de que fuera trasladado al hospital de Jerez de la Frontera, donde permanecerá varios días ingresado en observación para asegurarse de que no surja ningún tipo de complicación “o que haya pasado desapercibida alguna lesión en la zona”, según precisó a EFE.
Carabot calificó el percance como “grave” y emitió el siguiente parte oficial: “Sufre una cornada que interesa en la cavidad abdominal, rompe la pared muscular abdominal anterior y provoca un orificio suficientemente grande por el que se escapan varias asas intestinales fuera del cuerpo del torero, así llega a la enfermería, consciente, orientado y con dolor.
Sufre a su vez un dolor en tobillo izquierdo del que se percibe un posible esguince del que se solicita radiografía.
Bajo anestesia general y tras limpiar la zona de las asas intestinales, son colocadas de nuevo en la cavidad abdominal sin apreciar ninguna lesión de ninguna de ellas ni otro órgano. No se aprecia ninguna hemorragia activa. Se cierra la pared abdominal dejando dentro de ella un drenaje para hacer un testigo de evolución en los próximos días que pueda quedar oculta así como en la pared muscular.
El paciente se encuentra estable y es trasladado al Hospital de la Seguridad Social de Jerez.”